Diagnóstico y evolución de los sistemas de dirección educativa

En la educación se precisa del directivo más capaz y preparado para llevar a cabo el proceso de dirección en los diversos centros de enseñanza que un país posee, todo este proceso debe de partir de un punto que debe ser un diagnóstico de las necesidades que presentan sus subordinados, este trabajo contribuye a los enfoques de trabajo y desarrollo de los recursos humanos.

Introducción

La dirección es un proceso inherente a todas las esferas de la actividad humana por ello la evolución de sus estudios también ha estado presente en la esfera educacional. En el decursar histórico de la dirección educacional se han empleado diferentes teorías de la administración o dirección escolar, todas de una forma u otra se han centrado en la gestión de los talentos humanos y la dirección metodológica de la enseñanza.

Una de las principales funciones, llamadas en algunos casos sustantivas, dentro de la dirección institucional es la formación de los talentos humanos que tiene como rol la ejecución de dicho proceso, lo cual busca el desarrollo integral de los profesionales que contribuyan al progreso de la sociedad.

Este desarrollo no sólo comprende la formación académica, sino también la adecuada integración de estos recursos hacia su entorno socioeconómico, apoyándose en el fomento de los valores y brindándole los elementos necesarios para crearle la confianza necesaria para que se identifique como un profesionista capaz.

El análisis de las diversas teorías sobre el proceso de dirección de los talentos humanos tiene también en la Historia de la Educación Cubana un sistema de dirección completamente estructurado, a finales del siglo XIX y principios del XX.

Lo que nos permite utilizar la evolución histórica de los sistemas de dirección que la Educación en nuestro país ha conocido para fundamentar un proceso dialéctico en el que cada nueva creación no niega mecánicamente la anterior, sino que toma de ella los aspectos positivos, los eleva a un nivel superior de desarrollo y ofrece aportes al diseño e implementación de nuevos sistemas.

Esta consideración llevó a valorar como elemento esencial en el proceso de transformaciones la preparación de los dirigentes como vía de elevar la eficacia del funcionamiento de las estructuras de dirección educacional, lo que llevaba a prestar una atención especial a su capacitación para poder conducir con efectividad la implementación de todas las medidas. En este sentido se resaltaba el papel que debía jugar el potencial científico pedagógico presente en los institutos superiores pedagógicos. El desarrollo y profundización de estas ideas condujo a declarar como una condición indispensable para el éxito de las transformaciones educacionales el perfeccionamiento del trabajo con los cuadros educacionales partiendo de la categoría de actividad pedagógica profesional de dirección como concepto que caracteriza la naturaleza y esencia del proceso de dirección en esta esfera de actividad social.

Estas ideas, unidas a los enfoques de planeación estratégica y dirección por objetivos que han estado sirviendo de base a la modelación del proceso de dirección en el sistema educativo han llevado a caracterizar el período más reciente de esta batalla por la calidad del trabajo educacional, por una marcada atención al logro de una dirección educacional basada en una estrecha integración entre las estructuras educacionales de cada territorio y el instituto superior pedagógico correspondiente, como vía principal de lograr que el proceso de dirección sea científico y efectivo en el empleo por parte de los dirigentes de los niveles superiores de la pedagogización como un enfoque esencial en la formación y desarrollo de los cuadros del sector y hacer realidad todas las aspiraciones de la optimización del proceso docente educativo, partiendo de la mejor preparación de los dirigentes intermedios para realizar el proceso de dirección de sus maestros y que estos a su vez, puedan llevar a cabo una mejor dirección del proceso más importante que tiene lugar en la educación, el pedagógico.

Por otra parte, al analizar la relación entre el sujeto de dirección y el sistema debe tenerse presente que la educación como proceso social tiene lugar partiendo de las necesidades de los individuos, con relación a esto se plantea: “Un individuo es producto de factores orgánicos y ambientales que actúan simultáneamente sobre él” (Myers, 1975). Algunos de estos factores son valores, aptitudes, intereses, deseos, personalidad y las habilidades correspondientes a las actividades que desarrolla en su vida profesional, los cuales deberán estar en equilibro para que el individuo se desarrolle completamente y sea capaz de conseguir sus metas trazadas (Estrada R., 1990). El desequilibrio en alguno de estos elementos le ocasionará un desajuste en su conducta y le dificultará establecer relaciones sociales aceptables, disminuyendo así su desarrollo.

El perfeccionamiento educacional y el trabajo cada vez más necesario con los recursos humanos que lo conducen, ha llevado al sistema dirigente dentro del organismo a buscar vías que le impriman a este proceso un carácter cada vez más científico y pertinente con los objetivos trazados.

Partiendo de la importancia que reviste la formación y desarrollo de los cuadros en nuestro sector con un enfoque pedagógico y aplicando la categoría de actividad pedagógica profesional de dirección, dada por Alonso Sergio (2002) en su tesis de doctorado, se llega a la consideración de que el cuadro del primer nivel debe ser una verdadero pedagogo y, como tal, tiene que tomar como punto de partida un diagnóstico integral de sus subordinados para poder planificar la formación y desarrollo de los mismos y así formar al personal de modo que esté más preparado y sea capaz de llevar a cabo una efectiva dirección del proceso pedagógico.

Este diagnóstico y el seguimiento ulterior del desarrollo del subordinado que necesitan los cuadros para conducir de forma permanente y sistemática su formación, precisa de una información relevante que facilite que los planes de desarrollo de cuadros y reservas repercutan en la dirección del proceso pedagógico que realizan los profesores y determinen las relaciones que se establezcan entre el profesor y el alumno.

Desarrollo

La dirección es una de las actividades más importantes que ha desarrollado la especie humana desde el mismo momento de su evolución, La efectiva cooperación de las personas en grupos organizados, ha permitido un desarrollo social que va desde la comunidad primitiva hasta los días de hoy. Cada época social ha brindado un tipo diferente de relaciones de producción y los antecedentes históricos de la dirección de sistemas socioeconómicos están estrechamente vinculados con el desarrollo de la sociedad. Los procesos de dirección han sido más complejos a medida que se ha elevado el nivel de perfeccionamiento de las fuerzas productivas en las relaciones de producción. En correspondencia con ello puede decirse que el nivel de desarrollo alcanzado por la ciencia de la dirección ha estado estrechamente vinculado con el desarrollo de diferentes modos de producción. Es precisamente el grado de complejidad de las sociedades lo que ha estimulado en forma creciente el interés por mejorar la eficiencia en la dirección de los sistemas y buscar sus fundamentos científicos.

La actividad de dirección ha tenido múltiples definiciones, una de las más generales define la dirección como “una necesidad social en la que un grupo de personas, llamadas dirigentes, conduce, en forma consciente y organizada, los talentos humanos, materiales y financieros puestos a su disposición para alcanzar un estado deseado definido con antelación” (Díaz Llorca Carlos, 1989).

Esto implica que la cooperación como forma de trabajo requiere de la dirección como una actividad especial donde existe una persona que sirve de mecanismo regulador de ese sistema de cooperación llamado dirigente. De lo anterior se deriva un hecho importante: en la dirección el hombre es el protagonista principal con independencia del papel que juegue en las actividades o procesos la técnica y la tecnología. En este contexto el hombre desempeña un doble papel: como objeto de dirección o dirigido, y como sujeto de dirección o dirigente. Esto constituye una expresión clara del carácter social de la dirección.

El hecho de que la dirección requiera para su mejor funcionamiento desarrollarse en forma organizada y consciente hace que la misma tenga un carácter de sistema, es decir, un conjunto de elementos que establecen determinadas relaciones de una forma particular y producen como efecto una serie de cualidades nuevas que no están presente en ninguna de las partes que lo componen.

En la dirección educacional en nuestro país se emplea la concepción de Sistema de Dirección y sus subsistemas presentada por Sergio Alonso en su investigación en opción al grado de Doctor en ciencias Pedagógicas titulada “El Sistema de Trabajo del MINED”, A criterio del autor en esta investigación se presenta la conceptualización del Sistema de Dirección y sus subsistemas más adecuada para el estudio que se realiza en esta investigación por cuanto sintetiza los aspectos esenciales que se reflejan en estudios de autores contemporáneos y se ajusta a las características esencia del sistema educativo cubano y su política educacional.

Las posiciones teóricas anteriores fueron tomadas como base para el desarrollo teórico posterior de los aspectos relacionados en particular con el trabajo de formación y desarrollo de los cuadros en la investigación realizada por Alexander Manso (2006).

Los resultados de estos trabajos constituyen el referente teórico en los que se basa la concepción actual del sistema de trabajo con los cuadros del Ministerio de Educación (en lo adelante MINED) y son asumidos como marco referencial de la presente investigación.

Sobre esta base se define al sistema de trabajo de los cuadros como un subsistema del sistema de trabajo del MINED y se esbozan los subsistemas que lo componen haciendo así más científica la interacción de los mismos en la toma de decisiones, ellos son subsistema de preparación, subsistema de evaluación, subsistema de movimientos, subsistema de atención y estimulación y el subsistema de información.

En consecuencia, el desarrollo exitoso de todos los procesos que conforman el sistema de trabajo con los cuadros depende –en gran medida–, del funcionamiento eficiente del sistema de trabajo del MINED en cada nivel de dirección del Organismo y sus resultados tributan sustancialmente a la efectividad del mismo.

Esto explica por qué en el nivel de dirección del MINED donde no se desarrollen consecuentemente los procesos del sistema de trabajo con los cuadros –la selección, preparación, promoción, evaluación y estimulación de los mismos–, se manifestarán serias insuficiencias en la formación del personal, en la gestión personal de los cuadros principales, en la evaluación y control de los resultados del trabajo, en la planificación corriente del trabajo a realizar y en todo el sistema de reuniones de trabajo.

En consecuencia, para perfeccionar tales procesos, resulta imprescindible concebir, diseñar y desarrollar el trabajo con los cuadros y reservas –por una parte–, como un subsistema del sistema de trabajo del MINED compuesto a su vez por distintos subsistemas y –por otra parte–, como un sistema de procesos que se despliegan, en la medida en que se desarrollan los restantes subsistemas del sistema de trabajo del MINED.

Dentro de los subsistemas que comprende el sistema de trabajo con los cuadros se encuentra el subsistema de información, elemento esencial para realizar un diagnóstico integral de los cuadros para perfeccionar su formación y desarrollo y que constituye el campo de acción de esta investigación por la relevancia que se le confiere dada la naturaleza pedagógica del proceso de dirección en la educación que implica que los cuadros serán capaces de formar a los talentos humanos que se requieren y con ello alcanzar las metas trazadas en el perfeccionamiento continuo de nuestro sistema educacional en los momentos actuales.

En la literatura actual sobre desarrollo del talento humano se plantea la necesidad de perfeccionar los procesos de formación y desarrollo del mismo con el fin de tener al personal más capaz para dirigir los procesos que tienen lugar en las diferentes instituciones.

En el sector educacional formar al personal más idóneo hace de la dirección del proceso más importante que tiene lugar en la misma el centro de atención de todo el personal comprometido en tan noble tarea.

A pesar de contar con grandes presupuestos, buenas intenciones y necesidades reales, muchos programas de formación no logran resultados duraderos. Muy a menudo, esto se debe a la imprecisión en las metas de la formación y a una evaluación ejecutada en forma insatisfactoria. Si no sabemos a dónde vamos, es imposible decir si algún día llegaremos. Muchas organizaciones gastan millones en la formación y nunca saben si ésta funciona; pero hay técnicas para enlazar la formación con los resultados.

El proceso formativo tiene su lógica propia, estructurada sobre la base de los procesos asimilativos de los cuadros y el desarrollo de sus habilidades; es decir que responde al método empleado y a la asimilación del contenido según los procesos psicológicos de los sujetos que constituyen objeto de la formación.

Para que un proceso de formación sea efectivo es necesario determinar con anterioridad las necesidades de formación que presentan los talentos humanos lo que se logra a través de un diagnóstico efectivo de las carencias y potencialidades del personal a formar, en esta investigación este talento humano que se plantea formar son los cuadros de dirección de los niveles intermedios que ejecutan el proceso de dirección en los centros educacionales de nuestro organismo.

En esta investigación, se considera que el diagnóstico constituye una importante etapa del proceso formativo, que como dinamizador, puede contribuir a lograr la coherencia de las acciones formativas del proceso al permitir tomar como punto de partida no solo las carencias, sino también las potenciales de los sujetos sometidos al proceso.

Si tomamos en consideración estas características resulta justificable que se considere que el proceso de formación de cuadros tiene una naturaleza de carácter pedagógico y que aunque se desarrolle en un contexto diferente al del ambiente de aprendizaje escolar responde a los mismos principios y presupuestos teóricos generales de la formación en esos contextos.

El análisis realizado hasta aquí permite al autor reafirmar su posición con relación al carácter pedagógico del proceso de formación de cuadros, lo cual en el contexto de este estudio resulta doblemente importante por cuanto el objeto de estudio se enmarca en el contexto de una institución formadora de profesionales de la educación donde el objeto de dirección del cuadro se considera como una actividad pedagógica profesional de dirección.

A partir de esta posición se considera necesario profundizar en el lugar y significación del diagnóstico en el proceso de formación de cuadros y por ende en el sistema de trabajo con los cuadros.

En general, el diagnóstico se erige como una sucesión de pasos que permiten adentrarnos en la esencia de un fenómeno.

Por tanto, la concepción de diagnóstico que se sustenta en la tesis con relación al proceso de formación de los cuadros , se corresponde con que el diagnóstico en este marco tiene un objeto de estudio que está determinado por los hechos empíricos de carácter formativo y las relaciones entre ellos, que se manifiestan en el proceso de formación del cuadro y también en los contextos donde se realiza. Es decir, el objetivo del diagnóstico es la transformación del cuadro sobre la base del estudio, interpretación, predicción del desarrollo e intervención, en la diversidad de situaciones de su accionar directivo dada la variedad de manifestaciones del proceso de dirección en que se halla inmerso.

Es necesario saber que todo diagnóstico debe partir de una información relevante que posee quien diseña la formación para poder hacerla más efectiva.

Para analizar la información como componente esencial del diagnóstico comenzamos por lo que significa como proceso en general para luego hacer un análisis de los que se necesita para desarrollar a los cuadros partiendo de la información.

De aquí que la información debe ser suficiente, con calidad, oportuna, confiable, válida, necesaria y actualizada para proveer al cuadro de dirección que necesita diagnosticar a sus cuadros y reservas subordinadas la herramienta precisa para confeccionar un diagnóstico integral y preciso. Ello indica que la información es también un recurso con que cuenta la Universidad que debe ser correctamente administrado.

Entre otros aspectos, ello supone balancear adecuadamente los costos de la información (vinculados a la cantidad de información necesaria, la accesibilidad a ella, la velocidad de obtención, las vías y condiciones de acceso, el contenido de la información, etc.) con sus beneficios o valor (expresados en la reducción de la incertidumbre del futuro, la afectación efectiva a la decisión, la modificación sensible de las consecuencias de la decisión, etc.).

En el mundo de hoy existen varias tendencias de cómo utilizar la información en función del trabajo con los cuadros.

Los gerentes o administradores dependen de medios formales e informales para obtener los datos que requieren para tomar decisiones. La información formal llega a manos de los gerentes mediante informes administrativos y estadísticas de rutina.

Actualmente la alta gerencia está destinada a ampliar los horizontes de planificación y a la toma de decisiones bajo grados de incertidumbres cada vez mayores, a causa del aumento de la competencia en el medio empresarial, (incremento en el número de competidores), y a la disminución en la disponibilidad de los recursos. Esto conduce a la imperiosa necesidad de manipular cada vez más información para poder realizar decisiones acertadas.

El sistema de acciones que se propone el sector desarrollar para perfeccionar los procesos de formación y desarrollo inherentes al trabajo con los cuadros y reservas del MINED, y considerados por este autor como procesos que aunque constituyen un subsistema dentro del mismo son los que rigen el funcionamiento del sistema de trabajo con los cuadros en la esfera de la dirección educativa, en la propia dinámica de la actividad cotidiana, no debe ser entendido como un cuerpo rígido de pasos inviolables, sin otras alternativas de realización creativa, sino como un modelo analógico según plantea Manso, Alexander (2006) que refleje solamente las propiedades esenciales del funcionamiento del sistema de trabajo con los cuadros, como un subsistema del sistema de trabajo del MINED. Por tanto, todo lo que se propone debe ser asumido como una guía para la acción que no cierra las puertas a la concepción y realización de otras acciones.

Para poder realizar todos los procesos inherentes a la formación y desarrollo de los cuadros que se han analizado en estudios realizados por este autor se percibe la necesidad de poseer por los cuadros un diagnóstico integral de los cuadros y reservas que al él se le subordinan.

En efecto, la práctica indica que en el mismo momento en que se está desarrollando –por ejemplo–, una acción de capacitación del sistema de formación de cuadros, se puede sistematizar el proceso de evaluación de los mismo, desarrollar acciones de atención y estimulación; trasmitirles informaciones actualizadas y comprobar el comportamiento de determinados indicadores de la política de cuadros; focalizar los cuadros y reservas con mayores potencialidades para ser promovidos e incluso, encontrar propuestas para la realización de movimientos necesarios, con argumentos extraídos de la práctica y recogidos por un minucioso subsistema de información, que constituya el punto de partida de la dirección estratégica y la planificación por objetivo se haga más fácil de confeccionar, es el diagnóstico integral de los cuadros este punto de partida y el que se confecciona teniendo toda la información relevante que se necesita para pronosticar las acciones de formación y desarrollo que cada cuadro necesita, para así hacer del proceso de dirección una guía efectiva de la dirección del proceso pedagógico mediante la aplicación de la actividad pedagógica profesional de dirección con el fin de obtener mejores resultados en el perfeccionamiento educacional que necesita nuestra nación.

Los principal fundamentos teóricos de la formación de líderes educacionales en Cuba o sea el liderazgo es ante todo la ejemplaridad, el liderazgo político- ideológico, liderazgo científico- pedagógico y el liderazgo técnico-metodológico.

Es reconocido por la mayoría de los directivos y organizaciones que el auge en la utilización de la información constituye un punto central en el desarrollo de la sociedad contemporánea. La trascendencia de contar con una información adecuada y oportuna es uno de los factores que de manera más directa influye y soporta a la planeación y gestión de los procesos sociales.

Todo ello viene contextualizado en fenómenos que caracterizan a nuestra época tales como el vertiginoso avance de la ciencia y la tecnología, la emisión acelerada de la información por numerosas instituciones y entidades, todo ello en el marco social de la globalización, del predominio de los países capitalistas más desarrollados sobre los mercados, la vida política y cultural, lo que también abarca el campo de la información.

Es de todos conocido que no siempre a la hora de tomar una decisión en cuanto a los procesos de formación y desarrollo de los cuadros se cuenta con la información oportuna y de todas aquellas variables que deben tomarse en consideración no sólo para no equivocar la decisión, sino también para que ésta sea la más correcta. Ello reduce las consecuencias no previstas a corto, mediano y largo plazo y, en general, influye sobre la calidad y excelencia del proceso formativo de los cuadros y reservas en su conjunto.

La importancia y actualidad de este tema, resalta también a la luz del Proceso de la Dirección por Objetivos y del Proceso de Planificación Estratégica que tiene lugar en nuestras instituciones de la Educación Superior, donde junto a las nuevas tecnologías informáticas de que se dispone, se hace cada vez más necesario contar con un Subsistema de información que avale y optimice la toma de decisiones relacionadas con los procesos de formación y desarrollo que tienen lugar en el subsistema de trabajo con los cuadros y sus reservas del MINED.

No obstante, el significado y manejo de la información requiere tener presente algunas alertas o precauciones. Algunas de ellas se refieren al riesgo de sobre información, es decir, pretender acumular un número excesivo de información, no todas necesarias o útiles y que conducen al empobrecimiento de la misma, a la posibilidad de errores y a la elevación de sus costos. Del mismo modo debe cuidarse la dependencia absoluta de la información para tomar una decisión, sin querer encasillar toda la información con antelación pues la dinámica de los procesos prácticos requiere de mayor flexibilidad.

El subsistema de información está llamado a ofrecer la información necesaria, en el momento oportuno y con la estructura adecuada. Es por ello que sus funciones principales consisten en captación y recolección de datos, almacenamiento, tratamiento y distribución de la información.

Es importante elegir adecuadamente el subsistema de información que se corresponda con las necesidades, condiciones y fines de la institución. Para ello es preciso tomar en consideración elementos tales como: definir la cantidad y tipo de información que necesitan los usuarios, seleccionar aquella información que impacte en la toma de decisiones, que se posibilite el acceso directo a los usuarios, que se diseñe correctamente la forma de recolección de datos, que se difunda adecuadamente la información procesada y que se actualice periódicamente dicho sistema, entre otros.
Como hasta aquí se ha expuesto para que un cuadro pueda llevar a cabo los procesos de formación y desarrollo de sus subordinados y reservas se precisa de una información relevante que conforma el diagnóstico que servirá como punto de partida en la pedagogización de las acciones que se lleven a cabo para hacer más eficaz la formación de estos cuadro y así la dirección del proceso pedagógico con el fin de hacerlo el más efectivo.

Conclusiones

El directivo tiene que hacer del la información su mejor aliada en los procesos de diagnóstico para planificar, organizar, ejecutar y controlar las acciones de formación y desarrollo de los nuevos cuadros y así garantizar el éxito de la educación.

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Pérez González Francisco Joel. (2008, enero 30). Diagnóstico y evolución de los sistemas de dirección educativa. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/diagnostico-y-evolucion-de-los-sistemas-de-direccion-educativa/
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Pérez González Francisco Joel. "Diagnóstico y evolución de los sistemas de dirección educativa". gestiopolis. enero 30, 2008. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/diagnostico-y-evolucion-de-los-sistemas-de-direccion-educativa/.
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