Límites y alcances del uso de la investigación – acción como herramienta para la transformación

El ensayo tiene como propósito analizar los límites y alcances del uso de la investigación – acción como herramienta para la transformación, para ello se revisaron los postulados teóricos de Mercedes (2002), Rodríguez (1996), Colmenares y Piñero (2008), entre otros. El estudio revela la importancia de realizar este tipo de investigación con procedimientos minucioso y detallista, para la cual se requiere que el investigador tenga suficiente competencia profesional para no tergiversar la subjetividad, evaluando con rigurosidad la opinión de los actores sociales involucrados, incorporándolos activamente a la propuesta de intervención por convicción y no por la urgencia de la necesidad, arrojando como resultado que los aspectos a tomar en cuenta son válidos para cualquier tipo de investigación – acción que seleccione el investigador, considerando la responsabilidad, la intención de la investigación, sus intereses y el estudio del ser humano como un sujeto complejo, requiriendo una evaluación permanente de todos sus elementos. Tomando como reflexión, el investigador debe contar con experiencias previas y acciones acertadas para lograr influir positivamente en los investigados y obtener de ellos los cambios esperados requiriendo considerar puntos adicionales de importancia, precisando conocer los actores quienes van a formar parte de la investigación, así como su contexto.

Palabras clave: Alcances, límites, transformación

Introducción

Toda investigación cualitativa se inicia con la idea de generar un cambio para mejorar una situación específica. En referencia a ello, Sabino (2002) opina que los diseños cualitativos de ningún modo son más sencillos o fáciles de desarrollar que otro tipo de diseño, muy al contrario, obligan a un trabajo muy cuidadoso de recolección, análisis e interpretación de datos que solo puede hacerse después de una adecuada preparación.

El autor añade que no se trata simplemente de entrevistar gente y recopilar sus opiniones, ni de interpretar libremente estos datos u otros que puedan quedar a disposición del investigador, el análisis cualitativo obliga, por el contrario, a controlar y hacer consciente la propia subjetividad, a evaluar las respuestas con detenimiento, a incorporar muchos conocimientos previos a la necesaria y compleja tarea de interpretación.

Esa interpretación se orienta a provocar cambios en la realidad estudiada, incorporando a los sujetos involucrados en la investigación, a participar activamente en la propuesta de intervención. Tomando siempre en cuenta que existen barreras psicológicas, de parte del investigador como los investigados, puesto que toman más en cuenta el presente que el futuro, presentándose interferencias que surgen de las particularidades de las personas, como por ejemplo sus hábitos, costumbres, experiencias pasadas, incluso sus percepciones impidiendo escuchar y comprender.

Para ello, la investigación – acción ha sido un referente en el campo de la investigación cualitativa, en este caso permite conocer las problemáticas desde las vivencias. Al respecto Rodríguez (1996), señala como origen de la investigación – acción en el trabajo de Lewin en el período inmediato a la Segunda Guerra Mundial. Según el autor, Lewin identificó cuatro fases en la I-A (planificar, actuar, observar y reflexionar) y la imaginó basada en los principios que pudieran llevar “gradualmente hacia la independencia, la igualdad y la cooperación” (Lewin, 1946).

Dadas las condiciones que anteceden, la investigación – acción comprende procesos destinados a la realización de aquellos valores intrínsecos a determinadas realidad. A pesar que se focaliza en un solo sitio, existe factores externos que deben considerarse en el proceso de la investigación, que puede resultar favorable o no, a la hora del desarrollo de las experiencias.

El propósito de la presente investigación es conocer los alcances y limitaciones de la investigación – acción como herramienta para la transformación, ya que en estos últimos años ha crecido vertiginosamente como estudio en las investigaciones cualitativas, por lo que la hace como referente a las prácticas educativas y sociales, puesto que se fundamenta desde lo intrínseco, considerando sus particularidades, modificando y mejorando la conducta de los involucrados, incluso de quien es el responsable en propiciarlo.

Por lo tanto, conocer los aspectos relacionados con ello, permitirá el éxito de la transformación. Por consiguiente, a lo largo de la investigación se desprenderá algunos referentes teóricos que soportaran el estudio, por lo que se espera que mediante el aporte del mismo permita visualizar y anticipar los diversos factores que pueden ser utilizados a favor o en contra para el desarrollo de una experiencia de investigación – acción desde un enfoque epistémico.

Se espera que el estudio, además de contribuir con el desarrollo de las teorías que busque profundizar el entendimiento de la investigación acción, también aporte insumos teóricos y aplicativos vinculados a la transformación de realidades. Arrojando como resultados que los aspectos a tomar en cuenta son válidos para cualquier tipo de investigación – acción que seleccione el investigador, siempre y cuando considere los siguientes puntos: la responsabilidad, la intención de la investigación, sus intereses y el estudio del ser humano como un sujeto complejo.

Investigación acción: algunas concepciones teóricas

Kemmis y McTaggart (1988:10) expresan que la investigación – acción es una forma de indagación introspectiva colectiva emprendida por participantes en situaciones sociales con objeto de mejorar la racionalidad y la justicia de sus prácticas sociales o educativas, así como su comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que éstas tienen lugar. Para que los cambios sean aceptados se tiene que involucrar a todas las partes implicadas en el proceso, haciendo que sus contribuciones y opiniones puedan verse reflejadas en el estado final, tras el cambio.

A propósito, señala Colmenares y Piñero (2008) “las aportaciones y alcance de la investigación cualitativa a la educación se traducen en una gran diversidad y complejidad en torno a las modalidades, tradiciones, tipologías o metodologías empleadas”. En este orden, la contextualización es determinante dentro del tipo de estudio que desea realizar el investigador. Complementando lo anterior, Latorre (2007) siguiendo con la posición de algunos autores menciona tres tipos de investigación – acción:

  • La investigación – acción técnica, cuyo propósito sería hacer más eficaces las prácticas sociales, mediante la participación del profesorado en programas de trabajo diseñados por personas expertas o un equipo, en los que aparecen prefijados los propósitos del mismo y el desarrollo metodológico que hay que seguir.
  • La investigación- acción práctica implica transformación de la conciencia de los participantes, así como cambio en las prácticas sociales. La persona experta es un consultor del proceso, participa en el diálogo para apoyar la cooperación de los participantes, la participación activa y las prácticas sociales.
  • La investigación – acción crítica, emancipatoria incorpora las ideas de la teoría crítica. Se centra en la praxis educativa. Se esfuerza por cambiar las formas de trabajar (constituidas por el discurso, la organización y las relaciones de poder).

Para Colmenares (2012) cada uno de estos paradigmas asume una visión ontológica, epistemológica, metodológica y ética que orienta al investigador sobre cómo va a encaminar su objeto de estudio, la realidad; cómo se va a relacionar con el conocimiento, las formas de conocer esa realidad, incluso cómo va a presentar los hallazgos que emergen de su investigación

Como se puede observar, el ámbito de incidencia de la investigación – acción es amplio y rebasa las fronteras de lo estrictamente educativo (las decisiones básicas de organización y funcionamiento en el centro o aula); para extenderse a cualquier sector; incluso al mundo empresarial, pasando por cualquier proyecto de política social, desarrollo comunitario o de tipo cultural.

De igual forma, la autora explica que cada paradigma amerita una metodología concordante que permita desarrollar los procesos investigativos; en el caso del crítico-social, la metódica está representada por la investigación – acción que orienta los procedimientos, técnicas e instrumentos acordes con la visión onto-epistémica asumida por el investigador, al cual añade la autora que es una metodología que presenta unas características particulares que la distinguen de otras opciones bajo el enfoque cualitativo.

Es por ello, que la investigación – acción conlleva establecer nuevas relaciones con otras personas. Así pues, conviene desarrollar algunas destrezas respecto a saber escuchar a otros, saber gestionar la información, saber relacionarse con otras personas, saber implicarlas en la investigación e incluirlas de manera consensuada en el estudio, siguiendo una metódica que han diseñado sus investigadores.

Cabe agregar, el planteamiento de Yuni y Urbano (2005) refiriendo que la investigación – acción se enmarca en un modelo de investigación de mayor compromiso con los cambios sociales, por cuanto se fundamenta en una posición respecto al valor intrínseco que posee el conocimiento de la propia práctica y de las maneras personales de interpretar.

Resulta oportuno mencionar entonces, que el investigador debe poseer suficiente información y competencia para cumplir eficientemente con los pasos porque trabajar con los involucrados requiere incluso lograr empatía, ya que implica que los actores serán analizados desde su propia experiencia, mediante un proceso cíclico que es determinado por el investigador, que va desde la reflexión hasta la acción transformadora, siendo el fin último de la Investigación Acción.

En el señalamiento de Suarez (2002), la investigación – acción ha sido cuestionada como modalidad de investigación por dos aspectos importantes:

“la objetividad y la generalización, críticas que también atañen a otras investigaciones cualitativas y críticas. Desde un enfoque técnico-científico se acusa a la i-a de carecer de objetividad, sobre todo porque los investigadores están muy implicados en la situación investigada y porque la motivación, en algunos casos política, que rige los proyectos puede condicionar los resultados. Los autores que trabajan en la línea de la i-a se defienden aduciendo que la objetividad es propia de la investigación del mundo físico-natural, pero que cuando se trata de contextos sociales el conocimiento técnico o instrumental no es el único ni el más importante; existen otros requisitos epistemológicos como el conocimiento interactivo o el conocimiento crítico (Park, 1992), que se sitúan en el mundo de lo subjetivo, lo situacional y de lo estructural”.

Este tipo de investigación, generalmente no usa las referencias estadísticas, (es algo propiamente de las investigaciones positivistas) sino la descripción de la realidad y la reacción de los sujetos investigados, permitiendo la generación de nuevos conocimientos desde el comportamiento de cada uno, replanteando nuevas acciones, por lo que muchos de los autores la definen como una investigación cíclica, y por tanto pertenece a un contexto único, no generalizable.

A tal efecto, Latorre (2005) resalta sobre la necesidad de implicar a otras personas en el proyecto, “es una idea, mayoritariamente compartida, que la investigación – acción debe realizarse en grupo siempre que sea posible, dadas las ventajas y el enriquecimiento mutuo que trabajar en grupo comporta. En ese mismo sentido, Colmenares (2012) destaca lo siguiente:

“La investigación – acción, investigación – acción participativa, o investigación- acción en el aula, de acuerdo con la tendencia elegida para abordar una realidad por estudiar, presenta fases, etapas o momentos que es importante conocer para el adecuado empoderamiento de los investigadores y coinvestigadores, de manera que se realice una investigación sistemática, rigurosa, crítica y legítimamente científica, tal como fue el planteamiento inicial de Kurt Lewin, padre de esta metodología”.

En este mismo orden, Colmenares y Piñero, citan a Suárez (2002), para indicar que los investigadores deben asumir el papel de agentes de cambio, en conjunto con las personas hacia las cuales iban dirigidas las propuestas de intervención, para esos momentos según la autora, ya se vislumbraban ciertos rasgos característicos de la investigación acción, tales como el conocimiento, la intervención, la mejora y la colaboración.

De la misma forma, entender la investigación – acción desde este marco es considerarla como una metodología que persigue a la vez resultados de acción e investigación; como un diálogo entre la acción y la investigación. Conlleva la comprobación de ideas en la práctica como medio de mejorar las condiciones sociales e incrementar el conocimiento.

Desde esta perspectiva y siguiendo en la opinión de Latorre (2005), identifica algunas dificultades vinculadas al proceso de la institucionalización, entre las que se puede mencionar: la resistencia al cambio de los centros educativos, la falta de tiempo para dedicarse a las tareas de investigación e innovación, la dificultad de comunicación interpersonal, la carencia de medios de infraestructura y de apoyo técnico al proceso, y el ejercicio arbitrario del poder.

En este propósito, Mercedes (2002) plantea que, debido a su complejidad, se recomienda comenzar con problemas concretos, interesantes pero sencillos, para ir gradualmente ampliando el objeto de investigación e ir adentrándose en sucesivos ciclos en cuestiones de mayor envergadura; del mismo modo, también se debe empezar a trabajar en pequeños grupos, para ir incluyendo progresivamente a un mayor número de personas.

Significa entonces, que es importante preguntarse hasta donde trascenderá la transformación de la realidad, o quién garantiza que se mantendrá a lo largo del tiempo. Dependiendo del propósito de la investigación, el investigador debe conocer cuáles serían las limitantes para el desarrollo. Cabe señalar que todo proceso de cambio genera incertidumbre en todos los actores, por tanto, se deberá buscar diferentes formas de aclaración para uno u otro proceso que genere este cambio.

Metodología implementada

Para la investigación, se asumió la perspectiva epistemológica, permitieron vincular la postura de diversos autores y la intención de la investigación. Para ello, se revisó las teorías de Kemmis, Rodríguez, Mercedes y Piñero, Latorre, entre otros, mediante razonamiento y argumentación se formularon proposiciones teóricas determinándose los resultados.

Diseño de la Investigación

El diseño remite a un plan coherente de trabajo para obtener y estudiar los datos que acercan al conocimiento de la realidad del estudio, al respecto señala Sabino (2002:63) su objeto “es proporcionar un modelo de verificación que permita contrastar hechos con teorías, y su forma es la de una estrategia o plan general que determina las operaciones necesarias para hacerlo”.

Por lo tanto, la investigación es de tipo bibliográfico debido que los datos utilizados ya fueron recolectados en otras investigaciones, identificándose como datos secundarios. El autor explica que una indagación bibliográfica “es que puede incluir una amplia gama de fenómenos, ya que no sólo tiene que basarse en los hechos a los cuales él tiene acceso de un modo directo, sino que puede extenderse para abarcar una experiencia mayor” (pg.65)

Método de investigación

Es el procedimiento riguroso, formulado de una manera lógica que el investigador debe seguir en la adquisición de conocimiento. En la opinión de Méndez (2001:146) el método permite organizar el procedimiento lógico general por seguir en el conocimiento, y llegar a la observación, descripción y explicación de la realidad.

El método de investigación utilizada es de análisis, ya que por medio de la revisión teórica posibilitó la interpretación de la realidad. Méndez (2001:141) señala que el método de análisis “es un proceso de conocimiento que se inicia por la identificación de cada una de las partes que caracterizan una realidad”

Reflexiones finales

La investigación – acción no desglosa de un procedimiento objetivo, sino de discusiones sobre las informaciones y las vivencias, analizándose cada uno de ellos dentro de la competencia de la investigación. Este tipo de investigación no usa las referencias estadísticas, sino la descripción de la realidad y la reacción de los sujetos investigados, permitiendo la generación de nuevos conocimientos desde el ser de cada uno, descubriendo nuevas potencialidades para generar la transformación.

Para armar la planificación de las acciones a ejecutar, se requiere considerar muchos puntos adicionales de importancia, precisa conocer los actores quienes van a formar parte de la investigación, conociendo los aspectos básicos: quien es y cómo le va a llegar. Como se había explicado anteriormente, cada ciudadano es un sujeto individual que posee características propias y necesidades particulares, con escucharlos se puede desarrollar las estrategias para diseñar el plan, siendo suficiente para obtener información precisa y sirvan de soportes para el cambio.

Es importante recalcar, que la investigación – acción no generaliza, lo que funcionó en un caso, no necesariamente será útil para otros estudios de igual similitud, el ser humano es complejo y siempre está en la búsqueda de la verdad que permita generar cambios. No obstante, podría considerarse algunos aspectos y reinventarlos, ya que carece de utilidad para otros contextos.

Summary

The purpose of the essay is to analyze the limits and scope of the use of action research as a tool for transformation, for which the theoretical postulates of Mercedes (2002), Rodríguez (1996), Colmenares and Piñero (2008), among others, were reviewed. The study reveals the importance of conducting this type of research with meticulous and detailed procedures, for which the researcher is required to have sufficient professional competence not to distort subjectivity, rigorously evaluating the opinion of the social actors involved, actively incorporating them into the proposal of intervention by conviction and not by the urgency of the need, showing as a result that the aspects to be taken into account are valid for any type of research action selected by the researcher, considering the responsibility, the intention of the research, their interests and the study of the human being as a complex subject, requiring a permanent evaluation of all its elements. Taking as a reflection, the researcher must have previous experiences and successful actions to positively influence the researched and obtain from them the expected changes requiring consideration of additional important points, specifying the actors who will be part of the research, as well as its context

Keywords: Scope, limits, transformation

Referencias Bibliográficas

  • Colmenares, A. (2012). investigación – acción participativa: una metodología integradora del conocimiento y la acción. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Caracas, Venezuela.
  • Colmenares, A. y Piñero M. LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN. Una herramienta metodológica heurística para la comprensión y transformación de realidades y prácticas socio-educativas Laurus, vol. 14, núm. 27, mayo-agosto, 2008.Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Caracas, Venezuela.
  • Méndez, C. (2001). Metodología. Diseño y desarrollo del proceso de investigación. Tercera edición. Mc Graw Hill. Bogotá. Colombia.
  • Rodríguez, G., Metodología de la investigación cualitativa. Ediciones Aljibe. Málaga, España. 1996. P.39-59
  • Sabino, C. (2002). El proceso de investigación. Caracas, Venezuela
  • Suarez, M. (2002) Algunas reflexiones sobre la investigación – acción colaboradora en la educación. Revista Electrónica de Enseñanza de las Ciencias, Vol. 1, Nº 1, 40-56. Universidad de Vigo. España.
  • Latorre, A. (2005). La Investigación Acción. Conocer y cambiar la práctica educativa. Editorial Graó, de IRIF, S.L. El Francesc Tarrega, 32-34. 08027. Barcelona.

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Cardozo Anilett. (2020, marzo 24). Límites y alcances del uso de la investigación – acción como herramienta para la transformación. Recuperado de https://www.gestiopolis.com/limites-y-alcances-del-uso-de-la-investigacion-accion-como-herramienta-para-la-transformacion/
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Cardozo Anilett. "Límites y alcances del uso de la investigación – acción como herramienta para la transformación". gestiopolis. marzo 24, 2020. Consultado el . https://www.gestiopolis.com/limites-y-alcances-del-uso-de-la-investigacion-accion-como-herramienta-para-la-transformacion/.
Cardozo Anilett. Límites y alcances del uso de la investigación – acción como herramienta para la transformación [en línea]. <https://www.gestiopolis.com/limites-y-alcances-del-uso-de-la-investigacion-accion-como-herramienta-para-la-transformacion/> [Citado el ].
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